Ayer visitamos la Asociación Juntos para Jugar. Nos recibe Pepa, una mujer luchadora que lleva trabajando muchos años en esta Asociación que ofrece diversas actividades de ocio y tiempo libre a personas con discapacidad intelectual. Han formado una Compañía Teatral, un equipo de Baloncesto, visitan exposiciones, organizan excursiones a la Naturaleza…El verdadero motor de este tipo de asociaciones que prestan un servicio importante a la comunidad son los voluntarios. Personas de diferentes edades y diferentes perfiles profesionales ofrecen su tiempo y sus conocimientos para apoyar y acompañar a otras personas. La compasión y la caridad se sustituyen por solidaridad y altruísmo. Esta participación solidaria en la vida de la comunidad contrasta radicalmente con la mercantilización que están sufriendo los servicios públicos y con el individualismo y apatía de muchas personas que aún no se han dado cuenta de que somos interdependientes por naturaleza y por necesidad y de que debemos asumir nuestra responsabilidad como ciudadanos. Un matiz: el voluntariado tiene un carácter positivo siempre que no sirva para eliminar el empleo en el ámbito público o privado, o para reemplazar la responsabilidad de la Administración Pública en la atención de las necesidades de la población.